Una tarde de lluvia la pandilla de amigos decide ponerse a pintar. Sin embargo, Julia no es capaz de encontrar una sola idea para plasmar en el papel. Luke, el perro, conoce a alguien que quizá pueda ayudar a la pequeña, un personaje, oculto en un árbol, que enseñará a los niños a observar con otros ojos el mundo que nos rodea, un escenario que destila inspiración y sugerentes propuestas si enfocamos debidamente la mirada. La creatividad como premisa, esa es la base que sirve como hilo conductor (y casi como moraleja) de una interesantísima propuesta para despertar la curiosidad de los más pequeños y generar el clima de confianza necesario para ser felices a través del juego. El apartado gráfico, elegante y cautivador, destaca especialmente por composiciones en las que se fusiona fantasía y realidad, fraguadas a base témperas, tinta china y procedimientos digitales. Imprescindibles los consejos finales que el “Genio de las Ideas” aporta a todos los lectores interesados…

Una tarde de lluvia la pandilla de amigos decide ponerse a pintar. Sin embargo, Julia no es capaz de encontrar una sola idea para plasmar en el papel. Luke, el perro, conoce a alguien que quizá pueda ayudar a la pequeña, un personaje, oculto en un árbol, que enseñará a los niños a observar con otros ojos el mundo que nos rodea, un escenario que destila inspiración y sugerentes propuestas si enfocamos debidamente la mirada. La creatividad como premisa, esa es la base que sirve como hilo conductor (y casi como... Seguir leyendo