Olivia y Óliver, los mellizos detectives, a veces tienen que abandonar sus vidas cotidianas para embarcarse en peligrosas misiones. La Interlol necesita jóvenes con sus extraordinarias habilidades detectivescas para desenmascarar a los delincuentes más escurridizos y ellos están dispuestos a todo. Al menos, los hermanos tienen la posibilidad de visitar lugares maravillosos, ciudades cuyos tesoros también pueden ser descubiertos por los lectores a la vez que ayudan en la resolución de los casos. Junto a su mascota, el hurón Rex, en esta ocasión son enviados a París, donde deben localizar al profesor André Poulain, cuya desaparición ha sido denunciada por su hija. Para iniciar con garantías el proceso se ofrecen las fichas policiales de los sospechosos y un sobre lacrado, incluido en las guardas del libro. Ahora solo falta afinar la vista, permanecer atentos y, por supuesto, disfrutar de la historia y la magia de una de las ciudades más bellas del mundo. Un original recorrido por el patrimonio artístico de la capital francesa que constituye, al mismo tiempo, un fascinante pasatiempo visual en el que hay que implicarse con los cinco sentidos.
Olivia y Óliver, los mellizos detectives, a veces tienen que abandonar sus vidas cotidianas para embarcarse en peligrosas misiones. La Interlol necesita jóvenes con sus extraordinarias habilidades detectivescas para desenmascarar a los delincuentes más escurridizos y ellos están dispuestos a todo. Al menos, los hermanos tienen la posibilidad de visitar lugares maravillosos, ciudades cuyos tesoros también pueden ser descubiertos por los lectores a la vez que ayudan en la resolución de los casos. Junto a su mascota, el hurón Rex, en esta... Seguir leyendo
Secuestro en París
Como cada jueves, Olivia queda con su amiga Keira para jugar un partido de baloncesto en la cancha del barrio.
Óliver insiste en acompañarlas, no para jugar (que no le gusta); él aprovecha el rato para leer al aire libre.
- Me da en la nariz que no viene solo a leer. Ya me entendéis...