Hace menos de un mes el mundo de las letras lloraba la muerte de Judith Kerr, posiblemente una de las artistas gráficas y narradoras más queridas de Reino Unido, donde residía desde mediados del siglo XX. Entre los distintos personajes infantiles que nos dejó se encuentra la gata Mog que en esta aventura, recuperada en español por Harper Kids, comparte una tarde con el bebé de la señora Robinson, a quien han dejado al cuidado de los Thomas, la familia de la protagonista. A pesar de su aparente afinidad, lo cierto es que la felina no está especialmente cómoda junto a este inquieto e inesperado visitante, pero una situación excepcional provocará que sus destinos queden unidos para siempre. Al ritmo de los inconfundibles dibujos de corte clásico –marca de la casa-, estampas candorosas con una acertada elección de las tonalidades cromáticas, los lectores caen rendidos ante la maestría narrativa de esta autora irrepetible, que supo dibujar sonrisas en varias generaciones de niños a través de creaciones con las que supo exorcizar su terrible historia personal (su familia y ella tuvieron que abandonar su país y huir de los nazis antes del comienzo de la II Guerra Mundial)
Hace menos de un mes el mundo de las letras lloraba la muerte de Judith Kerr, posiblemente una de las artistas gráficas y narradoras más queridas de Reino Unido, donde residía desde mediados del siglo XX. Entre los distintos personajes infantiles que nos dejó se encuentra la gata Mog que en esta aventura, recuperada en español por Harper Kids, comparte una tarde con el bebé de la señora Robinson, a quien han dejado al... Seguir leyendo
MOG y el bebé
Un día, Mog estaba jugando con Nicky.
Debbie se había ido al colegio.
El señor Thomas se había ido a trabajar,
pero Nicky tenía catarro.
Mog y Nicky jugaron a atrapar la cuerda.
Jugaron a los perros malos.
- ¡Guau, guau!