La bilogía Los monstruos de Verity está compuesta de estos dos tomos (Una canción salvaje y Un dueto oscuro), propuestas que han revolucionado los esquemas de la fantasía juvenil abriendo un nuevo camino en el género. Aclamada con reconocimientos como los Goodreads Choice Awards Best Science Fiction, su popularidad ha crecido de forma exponencial gracias a sus números uno en The New York Times, que ha provocado la expansión de su obra hasta ser traducida a más de quince idiomas. En un mundo distópico, el planeta cobija tres tipos de monstruos que deben convivir con los humanos. La brillante pluma de la autora permite comprender, tras un arranque complejo, como algunos viven a partir del consumo de las almas de los pecadores. Pero el verdadero disfrute de la obra está en la construcción que realiza de los personajes, caracteres frágiles de cuyos puntos flacos e intereses va siendo consciente el lector a medida que avanza la novela. A diferencia de otras propuestas concebidas para este tramo de edad, no hay concesiones al romance entre ninguno de los protagonistas. Kate, la protagonista, es rebelde e irreverente, una mujer sin complejos y autosuficiente que no necesita a una corte de aliados junto a ella. El compañero de trama, August, es un joven monstruo melancólico y carismático, una pareja llamada a formar parte de la iconografía del new fantasy para adolescentes. Familias enfrentadas, apariencias que engañan, tramas adictivas y muy originales... Esta fusión de emociones y escenarios futuros ha provocado que la doble propuesta se haya convertido en uno de los libros del año en Estados Unidos.
La bilogía Los monstruos de Verity está compuesta de estos dos tomos (Una canción salvaje y Un dueto oscuro), propuestas que han revolucionado los esquemas de la fantasía juvenil abriendo un nuevo camino en el género. Aclamada con reconocimientos como los Goodreads Choice Awards Best Science Fiction, su popularidad ha crecido de forma exponencial gracias a sus números uno en The New York Times, que ha provocado la expansión de su obra hasta ser traducida a más de... Seguir leyendo
Una canción salvaje
La noche en que Kate Harker decidió prender fuego a la capilla del colegio no estaba furiosa ni ebria. Estaba desesperada.
En realidad, incendiar la iglesia era un último recurso ya le había roto la nariz a una chica, había fumado en los dormitorios, hecho trampa en su primer examen y hostigado verbalmente a tres de las monjas.