Al parecer, todos los papás se ponen, frecuentemente, un poco pesados. Los niños nos tienen calados y conocen a la perfección toda la colección de reflexiones e ideas que repetimos como un mantra en cualquier momento y lugar. Sin embargo, la mirada atenta y certera de los más pequeños de la casa desmonta teorías e idealizaciones. Como complemento, la pareja de autores también ha sabido reflejar todas esas cosas que, por el contrario, una mamá nunca dirá. Sin caer en tópicos, con mucha sorna e ilustraciones caricaturescas que dejan a los progenitores “al descubierto”, podemos comprobar al fin cosas que sospechábamos desde niños y que ahora experimentamos en primera persona: no, no hay muchos expertos en montar muebles suecos, tampoco abundan los fieles al deporte diario, los que no temen a ningún tipo de animal o los paladines de la paciencia. Una doble propuesta con la que se reirán todos los miembros de la familia encuadrada en la misma colección en la que también se ha publicado Todo lo que una maestra nunca dirá.
Al parecer, todos los papás se ponen, frecuentemente, un poco pesados. Los niños nos tienen calados y conocen a la perfección toda la colección de reflexiones e ideas que repetimos como un mantra en cualquier momento y lugar. Sin embargo, la mirada atenta y certera de los más pequeños de la casa desmonta teorías e idealizaciones. Como complemento, la pareja de autores también ha sabido reflejar todas esas cosas que, por el contrario, una mamá nunca dirá. Sin caer en tópicos, con mucha sorna e... Seguir leyendo
Todo lo que un papá siempre dirá
Mi adorable papá
repite a menudo las mismas cosas.
Parece ser que todos los papás son así.
Lo que el mío siempre dirá es...
- Yo, a tu edad, me pasaba horas haciendo los deberes por las tardes.