Tomás, el protagonista de la historia, es alto, gordo y con apariencia de un niño mayor, a pesar de que solo tiene ocho años, pero sobre todo es miedoso. Teme caerse mientras duerme, los sitios oscuros, las arañas, quedarse encerrado, lo gritos de la gente, que no le entiendan lo que quiere decir y despertarse en una cama que no sea la suya. Su familia acaba de mudarse a un apartamento más pequeño e insuficiente, ni las cosas ni Tomás encuentran un lugar en el nuevo espacio. Situaciones cotidianas como éstas le dan cabida a sus relatos y aventuras con Susana, su mejor amiga y la mayor domadora de niños; solo ella hace posible que el protagonista se acerque a un grupo de pequeños y que parezcan inofensivos y entretenidos. En suma dos compañeros entrañables con su manera particular de asimilar los cambios y con un sentido profundo de lo que significa la familia y la amistad.
Tomás, el protagonista de la historia, es alto, gordo y con apariencia de un niño mayor, a pesar de que solo tiene ocho años, pero sobre todo es miedoso. Teme caerse mientras duerme, los sitios oscuros, las arañas, quedarse encerrado, lo gritos de la gente, que no le entiendan lo que quiere decir y despertarse en una cama que no sea la suya. Su familia acaba de mudarse a un apartamento más pequeño e insuficiente, ni las cosas ni Tomás encuentran un lugar en el nuevo espacio. Situaciones cotidianas como éstas le dan cabida a sus... Seguir leyendo
Cuentos de Tomás
-¿Te gusta? –le preguntó su mamá.
El niño estaba frete a un cuarto pequeño. No había visto bien y se acercó a la ventana. Daba sobre un patio interior. Miró hacia arriba y no supo si el gris era del edificio o del cielo.
-Tomás, ¿te gusta? Es tu cuarto… -repitió su mamá y Tomás definitivamente no supo qué responder.
Corrió al lado de su papá, que desempacaba libros y papeles de las cajas, y se quedó a su lado mirándolo murmurar y examinar carátulas y lomos como si siguiera una conversación con cada una de las cosas que caía en sus manos.