A pesar de que ya han pasado más de 50 años desde que las andanzas de Serafín vieron la luz, el mensaje que subyace durante toda la trama sigue estando vigente. Frente a la grisura de la ciudad y de las profesiones mecánicas, la ilusión por vivir y soñar. Ante la oscuridad y la falta de sensibilidad, el calor de la amistad y la motivación por descubrir nuevas gentes y diversiones. Desde que tuvo edad para ponerse a trabajar, el protagonista vive inmerso en una búsqueda constante, un análisis de la realidad muy distinto al que le traza el entorno. Él cree en la belleza y necesita libertad para diseñar su propio futuro. Por ello no duda en crear nuevos desafíos, como es la construcción de un hogar poblado de imaginativos senderos a otros mundos, una casa que pronto parece obligado a abandonar. Pero para Serafín no existen límites y, seguro, tiene una solución alternativa para seguir fantaseando. La calidez de este clásico adquiere nuevos matices en la edición de Flamboyant, que recupera las ilustraciones y el texto que hicieron soñar a tantos niños para seguir despertando la creatividad de los lectores de hoy. Incluye una guía educativa con sugerentes ideas para realizar talleres y actividades a partir del argumento del libro.
A pesar de que ya han pasado más de 50 años desde que las andanzas de Serafín vieron la luz, el mensaje que subyace durante toda la trama sigue estando vigente. Frente a la grisura de la ciudad y de las profesiones mecánicas, la ilusión por vivir y soñar. Ante la oscuridad y la falta de sensibilidad, el calor de la amistad y la motivación por descubrir nuevas gentes y diversiones. Desde que tuvo edad para ponerse a trabajar, el protagonista vive inmerso en una búsqueda constante, un... Seguir leyendo
Serafín y sus maravillosos inventos
Cuando Serafín llegó a la edad de elegir un oficio se le planteó un problema tan grave como complejo: ¿a qué podía dedicarse?
¿Presidente de un consejo de administración? ¡Ni hablar, con esa pelambrera suya!
¿Cazador de fieras? Serafín no le haría daño ni a una mosca.
¿Buzo, tal vez? Serafín se marea con ver el mar.
¿Agente de policía? A Serafín le dan pavor las armas de fuego