Mucho antes de que surgieran las innovaciones hortofrutícolas actuales Thomas y su abuelo ya poseían en su jardín, escondido entre zarzas y ortigas, un enorme cactus con sorprendentes frutos bioluminiscentes. A partir de una de esas pitahayas el protagonista va a realizar un descubrimiento insólito: sus semillas producen el nacimiento de un dragón. La llegada del animal a este mundo implica una serie de cuidados y condicionantes que transforman la vida del pequeño, convencido hasta ese momento (como casi todos) de que solo podían surgir de un huevo. Poco a poco, tratando de mantener el secreto –algo imposible-; aprende técnicas para satisfacer sus demandas y convivir en buena armonía, pero hay determinadas características que, además de provocar la risa del lector, serán difícilmente soportables e incluso peligrosas para su integridad física. Este es el punto de partida para una aventura fantástica, trufada de humor, que homenajea con su estilo a otros autores icónicos de la literatura infantil del siglo XX. La narración, que viene avalada por un rotundo éxito internacional, llegó a la final del Waterstones Children´s Book Prize otorgado por la cadena homónima de librerías británicas; y del Blue Peter Book Award, auspiciado por una de las organizaciones benéficas que promueven la literatura infantil más importante del Reino Unido. Las ilustraciones a plumilla de Sara Ogilvie, que ya había retratado a estos míticos animales con anterioridad, aportan un toque de frescura y rescatan algunos de los pasajes más importantes de la trama, además de ayudar a los preadolescentes a imaginar las insólitas escenas que tiene que vivir el protagonista por culpa de su nuevo amigo. Un interesante soplo de aire fresco en la fantasía middle-grade.
Mucho antes de que surgieran las innovaciones hortofrutícolas actuales Thomas y su abuelo ya poseían en su jardín, escondido entre zarzas y ortigas, un enorme cactus con sorprendentes frutos bioluminiscentes. A partir de una de esas pitahayas el protagonista va a realizar un descubrimiento insólito: sus semillas producen el nacimiento de un dragón. La llegada del animal a este mundo implica una serie de cuidados y condicionantes que transforman la vida del pequeño, convencido hasta ese momento (como casi todos) de... Seguir leyendo
El niño que criaba dragones
Cuando alguien me pregunta qué se cría en el huerto de mi abuelo, supongo que espera que le responda cosas como "pepinos", "tomates" o "judias verdes". Pero seguro que nadie espera que diga "dragones". Y, sin embargo, es así: criamos dragones. Y una cosa está clara: son mucho más complicados que los pepinos.