La autora está ligada emocionalmente a Guatemala y ha querido localizar esta pequeña y tierna historia entre las aldeas y parajes naturales de esa bella tierra situada en el extremo noroccidental de América Central. Allí vive una niña, Juanita, inspirada en una joven que conoció en uno de sus viajes, la protagonista ayuda a su mamá en la cocina que en aquella tierra gira, principalmente, en torno al maíz de la última cosecha, pasea sin miedo a cruzar las calles (apenas hay circulación), y, sobre todo, dedica buena parte de sus noches, después de cenar, a la afición con la que más disfruta: observar las millones de estrellas que pueden verse desde su azotea. Una vida sencilla y feliz que, lamentablemente, sufre un pequeño revés. Nada que no pueda solucionar esa férrea amistad con los astros, quienes provocan un hecho sorprendente que ayudará a reconducir la situación. Aroma de cuento tradicional y una narración empapada del clima y naturaleza de aquel país, editada como siempre con elegancia y máximo respeto por el medio ambiente por Cuento de Luz, fiel al papel de piedra con certificado Cradle to Cradle (un compromiso que merece todos los elogios y que mantienen libro tras libro)
La autora está ligada emocionalmente a Guatemala y ha querido localizar esta pequeña y tierna historia entre las aldeas y parajes naturales de esa bella tierra situada en el extremo noroccidental de América Central. Allí vive una niña, Juanita, inspirada en una joven que conoció en uno de sus viajes, la protagonista ayuda a su mamá en la cocina que en aquella tierra gira, principalmente, en torno al maíz de la última cosecha, pasea sin miedo a cruzar las calles (apenas hay circulación), y,... Seguir leyendo
Juanita. La niña que contaba estrellas
Juanita vivía en Santa Catarina Palopó, un pueblo muy bonito al borde de un precioso lago rodeado por tres volcanes gigantes. Los volcanes son grandes chimeneas de tierra que cuando se enfadan echan mucho fuego y humo por un enorme agujero.
El lago Atitlán es grande, muy grande. Al atardecer brilla como la panza de una ballena que toma el sol.