Un grupo de adolescentes lleva a las tablas una obra de teatro clásico, Cyrano de Bergerac, un drama heroico en el que trasladan sus inquietudes y conflictos, idea tan romántica como efectiva para plasmar los sentimientos que, generación tras generación, experimentan los jóvenes. Con referencias a series de actualidad, un perfecto conocimiento de las redes en las que se mueven y de algunos de los libros que más les han impresionado en los últimos años, el autor andaluz (en su segunda incursión en la LIJ); sondea con brillantez el universo propio de este sector de edad, plasmando emociones comunes de una forma novedosa y original, sin caer en clichés ni en tópicos (muchas veces los escritores tratan de crear personajes adolescentes sin darse cuenta de que los lectores desenmascaran rápidamente a aquellos que no representan bien su realidad). La trama, descrita con elegancia a través de una estructura dinámica y divertida, obtuvo el Premio Edebé en su última edición, y está basada en una experiencia que organizó el propio docente, la puesta en escena de una obra. Los alumnos aprovecharon esa dinámica como vehículo para aprender a corregir errores y adquirir nuevas herramientas con el objetivo de mejorar como actores y personas.
Un grupo de adolescentes lleva a las tablas una obra de teatro clásico, Cyrano de Bergerac, un drama heroico en el que trasladan sus inquietudes y conflictos, idea tan romántica como efectiva para plasmar los sentimientos que, generación tras generación, experimentan los jóvenes. Con referencias a series de actualidad, un perfecto conocimiento de las redes en las que se mueven y de algunos de los libros que más les han impresionado en los últimos años, el autor andaluz (en su segunda incursión en... Seguir leyendo
El síndrome Bergerac
Yo era una chica tan común como cualquier otra: iba a clase, discutía con mis padres y amaba incondicionalmente a mis amigos, y de vez en cuando me enamoraba de quien no debía, como le pasa a todo el mundo. No había nada novelesco dentro de mí que mereciera un puñado de páginas, y por eso la historia que sigue no irá de mis padres ni de mis colegas ni de mis enamorados.