La trilogía Alfas cierra el círculo con este tercer capítulo, excelente colofón a la saga de fantasía urbana concebida por Patricia García-Rojo. Historias ambientadas en nuestro mundo pero con la puerta abierta a secretos y misterios que no se aprecian a primera vista. Una fusión de tramas en las que se describe a la comunidad que da nombre a la saga, formada por humanos que poseen gran poder gracias a un extraordinario desarrollo de los sentidos; y que particularmente indaga en la vida de Kate, una joven que -desde que fue capturada por la familia malagueña- tiene restringidas sus libertades. Luchadora incansable, esta situación es traumática para ella y se prepara para lograr una vía de escape que, además, contribuya a dar luz a todos los misterios que hemos ido conociendo en los episodios anteriores. Al mismo tiempo, con el fallecimiento del Duque de Andalucía, se desata una intensa lucha por la sucesión entre los miembros de la comunidad del sur. La autora sabe trenzar con acierto, una vez más, las andanzas de la chica con las múltiples situaciones que viven los personajes secundarios, todos ellos muy bien perfilados, convirtiendo la novela en un adictivo relato que ahonda en la defensa de las libertades. A pesar de que la aventura finaliza oficialmente aquí, hay algunos datos en la narración que invitan a pensar que tal vez pueda surgir un futuro spin-off o argumentos paralelos con entidad propia.
La trilogía Alfas cierra el círculo con este tercer capítulo, excelente colofón a la saga de fantasía urbana concebida por Patricia García-Rojo. Historias ambientadas en nuestro mundo pero con la puerta abierta a secretos y misterios que no se aprecian a primera vista. Una fusión de tramas en las que se describe a la comunidad que da nombre a la saga, formada por humanos que poseen gran poder gracias a un extraordinario desarrollo... Seguir leyendo
El duelo de sucesión
El aura del Monarca lo envuelve, paralizándola. Siente las manos del señor de los perceptores agarrando sus muñecas y escucha el gemido sordo que escapa de su propia garganta mientras nota los envites poderosos del Alfa.
Están en su despacho, bajo la cúpula del famoso edificio Madrid-París en Gran Vía. Los dos solos.