Regresan las aventuras de los hermanos Merle y Moritz, siempre incentivadas por la misteriosa personalidad de la mujer que sus padres, siempre ausentes, contrataron para acompañarles. Obnubilana Wolkenstein es un acicate especial en sus vidas, pero al mismo tiempo alimenta sus más profundos miedos e inquietudes. La puerta de su habitación, como el armario de Narnia, el agujero en el cayó Alicia o el tornado de Dorothy, es sendero de entrada a un mundo fantástico, poblado por inquietantes trolls y animales humanizados. Acceder es fácil, pero ¿cómo es el camino de regreso? Con los mimbres que sirvieron para cimentar el éxito del primer capítulo, la extraordinaria autora alemana nos regala una jornada más en el mundo de la fantasía, incidiendo en mayor grado en las inquietudes y características de los protagonistas, y con el impagable apoyo de una colección de láminas de Mattei, con aroma de la "vieja escuela" de los grandes maestros del dibujo, que aderezan cada rincón del relato. No te pierdas esta serie...
Regresan las aventuras de los hermanos Merle y Moritz, siempre incentivadas por la misteriosa personalidad de la mujer que sus padres, siempre ausentes, contrataron para acompañarles. Obnubilana Wolkenstein es un acicate especial en sus vidas, pero al mismo tiempo alimenta sus más profundos miedos e inquietudes. La puerta de su habitación, como el armario de Narnia, el agujero en el cayó Alicia o el tornado de Dorothy, es sendero de... Seguir leyendo
La Señora Lana y el misterio de las sombrillas de papel chinas
Ese año, en verano, te achicharrabas de calor, era insoportable. Hacía semanas que no llovía. El imponente castaño del jardín de Sebastian Schneemilch iba perdiendo sus hojas secas.
Cada mañana, de camino a la escuela, Moritz y yo apostábamos a que ese día por fin cancelarían las clases a causa del calor.
Pero no había manera. La señora Padberg se limitaba a cerrar la puerta y dejar el verano fuera.