Muchos niños (y mayores) aún gritan aterrorizados cuando un murciélago pasa cerca en la oscuridad de la noche. Simona Cechová nos explica, con acertado y ameno didactismo, que si eso ocurre alguna vez, especialmente en la ciudad, debemos celebrarlo. Es símbolo de una buena salud "natural" en la zona ya que estos animales, ejemplificados en la vida cotidiana de la protagonista, Eliska, contribuyen a mantener el equilibrio del medio ambiente. Gracias al simpático personaje, uno más en la imprescindible colección que la autora eslovaca publica en Barbara Fiore, sabemos, por ejemplo, que son capaces de devorar en torno a 3.000 mosquitos por jornada (primera razón para darles las gracias); o que hibernan durante todo el invierno sin comer ni beber hasta la llegada de la primavera. La primera parte narra el momento en el que la pequeña inicia su propio camino en la vida emigrando a la ciudad, donde encuentra un entorno bastante hostil con respecto a lo que imaginaba. La segunda, más centrada en aportar información (aunque la parte de ficción también esboza datos muy interesantes y reales); permite descubrir varias curiosidades interesantes que harán que, a partir de ahora, veas a estos veloces quirópteros con otros ojos.
Muchos niños (y mayores) aún gritan aterrorizados cuando un murciélago pasa cerca en la oscuridad de la noche. Simona Cechová nos explica, con acertado y ameno didactismo, que si eso ocurre alguna vez, especialmente en la ciudad, debemos celebrarlo. Es símbolo de una buena salud "natural" en la zona ya que estos animales, ejemplificados en la vida cotidiana de la protagonista, Eliska, contribuyen a mantener el equilibrio del medio ambiente. Gracias al simpático personaje, uno más en la imprescindible... Seguir leyendo
Eli¨ka no es un monstruo
Llegó el gran día: Eliska es ya lo suficientemente
mayor para marcharse a descubrir el mundo.
"Pero ¿cómo será todo aquello?", se pregunta
cuando, rebosante de esperanza, despega y vuela
hacia la metrópoli en busca de aventuras.