Igual que, en su día, Sir Quentin Blake ilustró el célebre "Cuéntame un cuadro", (Serres, 2005); un recorrido didáctico por veintiséis obras de la National Gallery de Londres, casi veinte años después hace lo propio con esta excelente guía artística que profundiza en el catálogo de otra de las grandes pinacotecas europeas, el Museo del Louvre, en París. La divulgadora Alice Harman, que también en esta editorial ha desvelado curiosidades y datos interesantes sobre diversos ejemplos importantes del arte contemporáneo a los lectores infantiles, ha escogido treinta iconos de la colección francesa (pinturas de todas las épocas, esculturas, vestigios arqueológicos e incluso la pirámide que mandó construir a la entrada del edificio el presidente François Mitterrand en 1989); para contar secretos, recrear conversaciones en donde los protagonistas de esos lienzos toman vida, analizar datos históricos... Todo ello de forma muy didáctica y amena, con comentarios que incitan a escrutar cada imagen y apuntes certeros que reafirman la gran trascendencia de cada pieza. Interesantes también los apéndices con sencillos consejos para admirar con detenimiento este tipo de colecciones, una línea temporal que sitúa en su contexto y época cada lienzo y escultura escogida y un completo glosario final. Los bosquejos de Blake sirven como aderezo "de lujo" a los capítulos y siguen los parámetros de expresión que le han hecho popular a lo largo de todas estas décadas en activo.
Igual que, en su día, Sir Quentin Blake ilustró el célebre "Cuéntame un cuadro", (Serres, 2005); un recorrido didáctico por veintiséis obras de la National Gallery de Londres, casi veinte años después hace lo propio con esta excelente guía artística que profundiza en el catálogo de... Seguir leyendo
Mona Lisa y compañía
¡Hola! Soy... ¡Ay, perdonad, pero siempre me siento fatal al presentarme1 Me parece un poco falso hacer como si no supiera que tal vez sea el cuadro más famoso del mundo. Pero tampoco pretendo que la gente me considere una engreída.
Ay, pobrecita de mi, ¿verdad? Con los millones de personas que vienen a verme todos los años, y con mi cara estampada en todo tipo de objetos, desde unas camisetas hasta en las teteras.