¿Puede fraguar una amistad entre una flor violeta y un colibrí? El ave cuenta sus múltiples vivencias, observador como un poeta ha podido conocer otras plantas, comportamientos humanos y diferentes animales...Verbena no puede apenas mecerse, pero igualmente permanece atenta a todo lo que ocurre alrededor, a veces cosas pequeñas, siempre maravillosas e intensas. Cuando llega el otoño, la incipiente relación parece condenada a desvanecerse, dada la debilidad que implica el tiempo de la caída de la hoja. Sus miradas vitales son tan dispares como complementarias, pero la amistad ha cristalizado con fuerza y permanecerá para siempre en el recuerdo del pájaro. Tal y como describen los autores en la guía de lectura, en el epílogo del libro, ambos personajes simbolizan la quietud y el movimiento, y permitirán a los pequeños comprender como los contrarios pueden ser compatibles, una bella lección que sin duda contribuye a cimentar una sociedad equilibrada y en armonía. El relato, tan metafórico como pleno de sensibilidad, destaca también por su apartado gráfico, firmado por la siempre brillante ilustradora Ana Sender, en esta ocasión ofreciendo un bellísimo trabajo artesano en el que combina grafito y ceras.
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¿Puede fraguar una amistad entre una flor violeta y un colibrí? El ave cuenta sus múltiples vivencias, observador como un poeta ha podido conocer otras plantas, comportamientos humanos y diferentes animales...Verbena no puede apenas mecerse, pero igualmente permanece atenta a todo lo que ocurre alrededor, a veces cosas pequeñas, siempre maravillosas e intensas. Cuando llega el otoño, la incipiente relación parece condenada a desvanecerse, dada la debilidad que implica el tiempo de la caída de la hoja. Sus... Seguir leyendo
Verbena y Colibrí
Verbena es una flor violeta.
Colibrí es... un colibrí.
Ambos se ven a diario.
El encuentro dura solo unos segundos.
Colibrí debe volar rápido de un lugar a otro.
Verbena permanece en su rincón del jardín.