Tal vez todo comenzó con algún agudo observador que, fijándose en las sámaras de arce, en los pepinos de Java o en los mocundos de Cartagena, no bromeamos, soñó con volar o con aterrizar suavemente tras realizar un salto desde gran altura. Quizá aquel o aquella soñadora miraron con admiración el planeo de un lémur o el aleteo incesante de los murciélagos o las libélulas. Lo cierto es que no está claro el origen de la primera aventura voladora del género humano, pero este medio de locomoción transformó definitivamente nuestro mundo, convirtiéndose en elemento fundamental para los viajes, las contiendas bélicas o el rescate en situaciones críticas. Esta fascinante antología, editada en gran formato y con el notable atractivo visual inherente a las ilustraciones del artista polaco Ambrozewski, que bebe del lenguaje del cómic y de los colores intensos para diseñar sus precisos modelos, aparatos y secuencias históricas; recorre la historia de la aviación desde las primeras fantasías del griego Arquitas o las imaginarias travesías en escoba, sobre las plumas de un pájaro o en cómodas y veloces alfombras (presentes en narraciones como Las mil y una noches o en la mitología asociada a variadas culturas); hasta los más innovadores modelos experimentales y drones de última generación. Hazañas increíbles, grandes pilotos, mujeres que destacaron en un mundo de hombres, cronologías, infografías, pasajes humorísticos que representan con fidelidad lo que ocurrió en algunos instantes del siglo XX o la importancia de otros vehículos aerotransportados en determinadas épocas, como el globo aerostático, el dirigible o el helicóptero, componen este libro informativo imprescindible sobre un tema que, generación tras generación, siempre despierta interés entre los lectores infantiles (aunque esta propuesta es para cualquier edad). La editorial ofrece un calendario exclusivo para volar muy alto durante 2024, en él se han incluido algunas de las efemérides a las que se hacen referencia en la obra. La propuesta ha estado asesorada por un equipo de especialistas que avalan los minuciosos contenidos, premiados con la inclusión de la obra en la lista White Ravens de la Internationale Jugendbibliothek de Munich.

Tal vez todo comenzó con algún agudo observador que, fijándose en las sámaras de arce, en los pepinos de Java o en los mocundos de Cartagena, no bromeamos, soñó con volar o con aterrizar suavemente tras realizar un salto desde gran altura. Quizá aquel o aquella soñadora miraron con admiración el planeo de un lémur o el aleteo incesante de los murciélagos o las libélulas. Lo cierto es que no está claro el origen de la primera aventura voladora del género humano,... Seguir leyendo