Mucho antes de que el concepto de retelling, tan en boca ahora de algunos lectores, existiera, la irrepetible Carmen Martín Gaite sentaba los cimientos de la mejor literatura juvenil con este título, ahora reeditado con motivo del centenario del nacimiento de la escritora salmantina. El paso del tiempo ha convertido la aventura de Sara en una pieza angular de la producción literaria para adolescentes (y mayores), de finales de los años ochenta. Aderezada con trece ilustraciones a plumilla que realizó, en su día, la propia autora, radiografía algunos de los rincones más emblemáticos de la ciudad de los rascacielos, dejando esbozos de crítica social, al hilo de las andanzas de una moderna caperucita neoyorquina, de diez años, que sale en busca de su abuelita y descubre la libertad en Manhattan. ¿Hay argumento más atractivo para acercarse a las fantasías de una lectora de esa edad y a su profunda necesidad de huir de la vida cotidiana? Un relato mágico y rebelde lleno de símbolos trascendentales, como tantos otros hermosos sueños iniciáticos, escrito desde la cercanía con que se viven los propios deseos.
Mucho antes de que el concepto de retelling, tan en boca ahora de algunos lectores, existiera, la irrepetible Carmen Martín Gaite sentaba los cimientos de la mejor literatura juvenil con este título, ahora reeditado con motivo del centenario del nacimiento de la escritora salmantina. El paso del tiempo ha convertido la aventura de Sara en una pieza angular de la producción literaria para adolescentes (y mayores), de finales de los años ochenta. Aderezada con trece ilustraciones a plumilla que realizó, en su... Seguir leyendo
Caperucita en Manhattan
La ciudad de Nueva York siempre aparece muy confusa en los atlas geográficos y al llegar se forma uno un poco de lío. Está compuesta por diversos distritos, señalados en el mapa callejero con colores diferentes, pero el más conocido de todos es Manhattan, el que impone su ley a los demás y los empequeñece y los deslumbra. Le suele corresponder el color amarillo. Sale en las guías turísticas y en el cine y en las novelas. Mucha gente se cree que Manhattan es Nueva York, cuando simplemente forma parte de Nueva York. Una parte especial, eso sí.