Desde los cuatro puntos cardinales de la geografía japonesa, ocho mujeres te saludan con complicidad. Quieren mostrarte cómo es la vida allí, desde el punto de vista de quienes eligieron caminos muy diferentes como medio de vida. Sus aportaciones, una visión feminista y empoderada, ayudan a deshacer tópicos y mitigar prejuicios, al mismo tiempo que nos enseñan profesiones y hábitos que, tal vez, resulten novedosos para algunos lectores. Las voces son variadas: una brióloga -rama de la botánica que estudia los briofitas o musgos-, desde los bosques de Asahikawa; una artificiera hanabi en Akita, agricultoras, molineras, areneras, artesanas, artistas, restauradoras y luchadoras de sumo, porque también hay esta modalidad en uno de los deportes más conocidos del país, a pesar de que escasamente hayan llegado ejemplos a occidente. Cada perfil es analizado, con una narrativa muy original y adictiva, al ritmo de ilustraciones vectoriales que asignan una tonalidad diferente en cada caso y culminan con pequeños vocabularios gráficos en donde se reivindican algunas bellas palabras del idioma nipón. Así, las protagonistas desean buenaventura a los lectores en el epílogo, con una daruma que invita a, como ellas, tener voluntad y paciencia para hacer realidad nuestros sueños. Original y sorprendente propuesta recomendable a cualquier edad.

Desde los cuatro puntos cardinales de la geografía japonesa, ocho mujeres te saludan con complicidad. Quieren mostrarte cómo es la vida allí, desde el punto de vista de quienes eligieron caminos muy diferentes como medio de vida. Sus aportaciones, una visión feminista y empoderada, ayudan a deshacer tópicos y mitigar prejuicios, al mismo tiempo que nos enseñan profesiones y hábitos que, tal vez, resulten novedosos para algunos lectores. Las voces son variadas: una brióloga -rama de la botánica... Seguir leyendo