Tom está a punto de tener una hermana y sufre, en cierto modo, el síndrome del "príncipe destronado". Las cosas no mejoran mucho cuando se entera de que, durante la estancia de la familia en el hospital, tendrá que quedarse en la casa de la tía Gertrudis, a la que solo conoce de oídas por ser la hermana del abuelo Paco. Vive en un pueblo a las afueras, en un caserón con una apariencia, según las primeras impresiones del protagonista, de "mansión de la bruja de Hansel y Gretel". Para sobrellevar la situación y, sobre todo, el aparentemente hostil recibimiento, intenta buscar compañeros de juegos entre los pocos jóvenes de su edad que frecuentan los parques cercanos. Será allí donde reciba confirmación de sus sospechas, todos lo dicen: ¡es la casa de una hechicera! La relación con Nata, una joven con la que traba amistad y establece complicidades lectoras y emocionales, será el bálsamo para paliar sus miedos y dudas, sobre todo al descubrir una habitación a la que tiene terminantemente prohibido el paso y que incrementa los temores. Pero, ¿quién puede resistir la tentación de franquear la puerta ante ese misterioso veto? El interior esconde un secreto que simboliza la oscuridad de un tiempo, por desgracia, no tan lejano. Disfrazado de novela infantil de aventuras, la profesora y escritora Rosa Huertas aborda el tema de la igualdad de género y reivindica la valentía de las mujeres que buscaron cumplir sus sueños y fueron cercenados, al mismo tiempo que ofrece una trama basada en el misterio y el despertar amoroso narrada con sensibilidad. El contrapunto gráfico lo pone Nuria Diaz, extraordinaria artista viguesa de la que hemos hablado en varias ocasiones en Canal Lector, con una colección de láminas a página completa y otros detalles ilustrados que subliman la calidad del texto.

Rosa Huertas en Canal Lector

Nuria Díaz en Canal Lector

Tom está a punto de tener una hermana y sufre, en cierto modo, el síndrome del "príncipe destronado". Las cosas no mejoran mucho cuando se entera de que, durante la estancia de la familia en el hospital, tendrá que quedarse en la casa de la tía Gertrudis, a la que solo conoce de oídas por ser la hermana del abuelo Paco. Vive en un pueblo a las afueras, en un caserón con una apariencia, según las primeras impresiones del protagonista, de "mansión de la bruja de Hansel y... Seguir leyendo