Dos gibones mellizos relatan su experiencia vital de árbol en árbol, en un ecosistema necesario que, más que nunca, está amenazado. Gracias a sus sentidas reflexiones, los lectores tomamos conciencia de una realidad: estas plantas leñosas, sean de tallo minúsculo (como el bonsai); o largo (como el Hyperion, considerado el más alto que existe), se pasan toda la vida en el mismo trozo de tierra en el que nacieron, y su presencia es crucial para mantener con salud la vida que brota a su alrededor. Los recuerdos saltan de copa en copa para evocar el olor de la higuera, la mágica presencia del drago, la dureza de los que habitan la taiga, la efímera vida de la flor del cerezo, los benditos secretos del tule -que ofrece variados refugios ante los depredadores-... Las andanzas de los animales humanizados, que interpelan al lector con reflexiones divertidas y variadas menciones, en juegos de palabras, a elementos de la cultura popular (canciones, películas, grupos musicales...); también reflejan el impacto de los álamos, casi clónicos en el paisaje, las inmensas raíces, las sabinas canarias, los Ginkgo de Japón (que incluso inspiran un rap al que se puede acceder mediante un código QR); el baobab, los manglares que simbolizan la grandiosidad de quienes están considerados como los organismos más grandes y antiguos de la Tierra. Tras un amplio recorrido, el lector asiste atónito a la apabullante realidad, mientras leemos habrá máquinas, conducidas por humanos, arrasando esos refugios de pureza. Por eso, si ves un día a los protagonistas huyendo a gran velocidad de rama en rama, no lo dudes: ¡Síguelos! (ahora mismo, probablemente, estén en las Montañas Blancas de California...) Original y necesario ejercicio de reflexión que muestra el valor y la belleza de algunos de los árboles más peculiares de nuestro mundo.

Dos gibones mellizos relatan su experiencia vital de árbol en árbol, en un ecosistema necesario que, más que nunca, está amenazado. Gracias a sus sentidas reflexiones, los lectores tomamos conciencia de una realidad: estas plantas leñosas, sean de tallo minúsculo (como el bonsai); o largo (como el Hyperion, considerado el más alto que existe), se pasan toda la vida en el mismo trozo de tierra en el que nacieron, y su presencia es crucial para mantener con salud la vida que brota a su alrededor. Los... Seguir leyendo