Actualmente existen muchos casos en los que la extensión de las ciudades cercena la expansión de la naturaleza, pero hubo un tiempo en que era el bosque el que copaba la mayor parte del territorio, generando un clima de convivencia y armonía entre los animales. Los problemas comenzaron con la progresiva invasión del mundo exterior. Conejos, zorros, ciervos, búhos... Todos fueron víctimas de la falta de espacio adaptándose, tras cónclave, una solución: unos vivirían de día y dormirían de noche, y otros harían lo contrario. La decisión provocó conflictos, pero, a la hora de la verdad, cuando los humanos cometieron sus fechorías, salió a la luz el verdadero espíritu de los habitantes de la floresta. Un canto de amor a la naturaleza que invita a respetar y conservar el medio ambiente en el que se trata de explicar, a través de un relato con hechuras de leyenda clásica, el origen del modus vivendi de la fauna actual, condicionada en ocasiones por tropelías como la tala indiscriminada de árboles, los incendios forestales intencionados o la construcción masiva. Rosique condimenta el relato con un apartado en el que los lectores pueden aportar su pequeño granito de arena anotando ideas para contribuir a cambiar las cosas, y una colección de ilustraciones a sangre elaboradas con técnicas mixtas y texturas estéticamente muy seductoras.
Actualmente existen muchos casos en los que la extensión de las ciudades cercena la expansión de la naturaleza, pero hubo un tiempo en que era el bosque el que copaba la mayor parte del territorio, generando un clima de convivencia y armonía entre los animales. Los problemas comenzaron con la progresiva invasión del mundo exterior. Conejos, zorros, ciervos, búhos... Todos fueron víctimas de la falta de espacio adaptándose, tras cónclave, una solución: unos vivirían de día y... Seguir leyendo
Acuerdo bajo las estrellas

Hubo un tiempo en el que el bosque
era tan extenso que no tenía límites.
Los animales convivían en paz y armonía
sin molestarse entre ellos.
Pero, poco a poco, día a día,
el mundo exterior creció a su alrededor,
y el bosque empequeñeció hasta hacerse diminuto.