Funke bebe de las mejores aventuras clásicas, a partes iguales de Dickens como de Howard Pyle, para construir hábilmente una trama ambientada en Venecia, con personajes plenos de vida -como los hermanos huérfanos que la protagonizan-; y situaciones vibrantes que fidelizan al lector. La pandilla de ladrones callejeros, comandada por un misterioso joven, que acoge a la pareja, pasa por difíciles vicisitudes tras robar una pieza de madera que posibilita fascinantes procesos mágicos, pero de resultados imprevisibles. Riesgo y acción, rencillas y engaños, amistades y afectos inciden en las conductas de quienes anhelan poseer el prodigio que modificará sus maltratadas existencias. Pícaros, aparentemente, que demuestran que los niños son mucho más inteligentes e ingeniosos de lo que la sociedad, a veces, parece pensar. La propia autora, una de las grandes damas de la LIJ europea actual, aporta una colección de detalles gráficos a plumilla para aderezar los momentos de respiro al comienzo y final de cada capítulo.
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Funke bebe de las mejores aventuras clásicas, a partes iguales de Dickens como de Howard Pyle, para construir hábilmente una trama ambientada en Venecia, con personajes plenos de vida -como los hermanos huérfanos que la protagonizan-; y situaciones vibrantes que fidelizan al lector. La pandilla de ladrones callejeros, comandada por un misterioso joven, que acoge a la pareja, pasa por difíciles vicisitudes tras robar una pieza de madera que posibilita fascinantes procesos mágicos, pero de resultados imprevisibles. Riesgo y... Seguir leyendo
El señor de los ladrones

El otoño había llegado a la ciudad de la luna cuando Víctor oyó hablar por primera vez de Próspero y Bo. El sol se reflejaba en los canales y bañaba los viejos muros de color oro, pero soplaba un viento gélido del mar, como si quisiera anunciar a la gente que estaba a punto de llegar el invierno. El aire de los callejones empezaba a saber a nieve y el sol otoñal calentaba solo los ángeles y dragones de alas de piedra que había en los tejados de las casas.