Un libro para leer con los niños, para reflexionar sobre las relaciones padres-hijos, el exceso de protección, el miedo exagerado a cualquier juego que pueda entrañar peligro. Tratado desde un punto de vista humorístico, a veces un tanto caricaturesco y, sobre todo, muy exagerado. Sin duda provocará la sonrisa del lector, que en más de una ocasoión habrá vivido la misma situación que Marcos.Un libro para leer con los niños, para reflexionar sobre las relaciones padres-hijos, el exceso de protección, el miedo exagerado a cualquier juego que pueda entrañar peligro. Tratado desde un punto de vista humorístico, a veces un tanto caricaturesco y, sobre todo, muy exagerado. Sin duda provocará la sonrisa del lector, que en más de una ocasoión habrá vivido la misma situación que Marcos.
¡Estate quieto!
-Marcos, ¿dónde estás? ¡Marcos! -gritó su madre asomándose a la ventana del patio. -Estoy aquí, mamá. En el patio, con los niños. -¿Qué haces? -Juego al escondite. -Sabes que no quiero que juegues. Si sudas, cogerás un resfriado. ¡Ven a casa! Marcos era un niño obediente y entró en la casa. Su madre le tocó el cuello para saber si estaba sudado.