Para Antonín, un niño gitano que vive en un pueblecito de Eslovaquia, es un verdadero martirio tener que ir al colegio porque allí sufrirá desprecio e indiferencia, aunque siempre habrá algún compañero que tímidamente tratará de defenderle. Pero Antonín ha sufrido tanto que desconfía de todo el mundo. Prefiere refugiarse en la cabaña con su abuelo el pastor, y estar continuamente en contacto con la naturaleza.
Para Antonín, un niño gitano que vive en un pueblecito de Eslovaquia, es un verdadero martirio tener que ir al colegio porque allí sufrirá desprecio e indiferencia, aunque siempre habrá algún compañero que tímidamente tratará de defenderle. Pero Antonín ha sufrido tanto que desconfía de todo el mundo. Prefiere refugiarse en la cabaña con su abuelo el pastor, y estar continuamente en contacto con la naturaleza.
La loba y el gitano
Desde las ventanas abiertas de la escuela de Kranice se difundía en la plaza del pueblo el zumbido de las voces de los niños. A las malvas debía de gustarles ese fragor, pues allí crecían con tanta exuberancia como en ningún otro jardín. El maestro Kratochvil miró su reloj. Un silencio impaciente.
-¡Se acabó!
Un suspiro de alivio, seguido por un estruendo ensordecedor. Los chicos estiraron de debajo de los pupitres los libros atados con una correa: no había tiempo para colgarlos del hombro.