Si el cariño se midiera en longitud, peso o tamaño, parece que la mamá liebre siempre vencería. Pero su hija, la liebre pequeña, está empeñada en quererla más. Un juego para medir el cariño en el que, al final, lo importante no es el cuánto sino el cómo, es decir, el saber expresar ese amor. Las bellas ilustraciones de colores suaves reflejan el cariño y la relación entre madre e hija. Un delicioso cuento dirigido a los más pequeños.Si el cariño se midiera en longitud, peso o tamaño, parece que la mamá liebre siempre vencería. Pero su hija, la liebre pequeña, está empeñada en quererla más. Un juego para medir el cariño en el que, al final, lo importante no es el cuánto sino el cómo, es decir, el saber expresar ese amor. Las bellas ilustraciones de colores suaves reflejan el cariño y la relación entre madre e hija. Un delicioso cuento dirigido a los más pequeños.
Adivina cuánto te quiero
Era la hora de dormir. La liebre pequeña color de avellana se agarraba fuertemente a las orejas de la gran liebre color de avellana. Quería estar segura de que la liebre grande la escuchaba. “Adivina cuánto te quiero”, le dijo. “¡Uf! no creo que pueda adivinarlo”, contestó la liebre grande.