Con un relato lineal, claro, preciso y lleno de sentimiento, Maruja evoca los más duros años que vivió España en el siglo XX. La fuerza de su testimonio radica en la propia experiencia familiar, personas de clase media y de conducta irreprochable, pero que pagan dura e injustamente su pertenencia a un partido republicano. Después de tantos sufrimientos, lo peor para Maruja es la experiencia de los duros años de la posguerra. No es frecuente en la literatura juvenil actual encontrar una obra tan sincera y necesaria como esta novela.
Con un relato lineal, claro, preciso y lleno de sentimiento, Maruja evoca los más duros años que vivió España en el siglo XX. La fuerza de su testimonio radica en la propia experiencia familiar, personas de clase media y de conducta irreprochable, pero que pagan dura e injustamente su pertenencia a un partido republicano. Después de tantos sufrimientos, lo peor para Maruja es la experiencia de los duros años de la posguerra. No es frecuente en la literatura juvenil actual encontrar una obra tan sincera y necesaria como esta novela.
Bajo la fría luz de octubre
Todos se empeñaban en decir que mi abuela María se había muerto. Sólo yo sabía que eso no era verdad. Porque la abuela seguía donde estaba siempre: sentada en su butaca, junto a la ventana, con la aguja de hacer ganchillo moviéndose veloz entre sus dedos y la madeja desliándose sobre su falda.