«Siempre yo», se queja Lukas León cuando le mandan hacer algo que no le gusta. Aunque protesta, lo hace y al final... tiene su recompensa. En este sugerente álbum, las ilustraciones se presentan a doble página, en cartoné con cantos redondeados. El autor recurre a colores fuertes, enmarcados en trazo grueso y a un texto con toques irónicos, para darle fuerza a esta tierna y cotidiana historia que transcurre a lo largo de un día.
«Siempre yo», se queja Lukas León cuando le mandan hacer algo que no le gusta. Aunque protesta, lo hace y al final... tiene su recompensa. En este sugerente álbum, las ilustraciones se presentan a doble página, en cartoné con cantos redondeados. El autor recurre a colores fuertes, enmarcados en trazo grueso y a un texto con toques irónicos, para darle fuerza a esta tierna y cotidiana historia que transcurre a lo largo de un día.
«Siempre yo», dice Lukas León
Mamá León está preparando el desayuno. -¿Me traes la leche, Lukas? -pregunta. ¡Siempre yo! -dice Lukas León. No le gusta poner la mesa.