¡Splash!
Viejo Oso y los otros juguetes estaban disfrutando de un hermoso día en la playa. Era la primera vez que Osito veía el mar. «Es más grande que la mayor de las bañeras», gritó mientras corría tras su nueva pelota de playa mientras ésta era empujada por el vaivén de las olas. «Y nunca me quedaré sin arena; ni siquiera construyendo cien castillos». Osito dejó a un lado la pelota y comenzó a cavar con su pala.