Una historia sencilla pero efectiva, con magníficas ilustraciones. Relata el deseo de una niña, Mónica, de jugar con la luna, así es que le pide a su padre que por favor se la consiga. El padre toma una escalera muy alta, sube a la luna, pero como es muy grande, no puede bajarla. Será la misma luna la que se vaya haciendo cada vez más pequeña para que Mónica pueda jugar con ella.
Una historia sencilla pero efectiva, con magníficas ilustraciones. Relata el deseo de una niña, Mónica, de jugar con la luna, así es que le pide a su padre que por favor se la consiga. El padre toma una escalera muy alta, sube a la luna, pero como es muy grande, no puede bajarla. Será la misma luna la que se vaya haciendo cada vez más pequeña para que Mónica pueda jugar con ella.
Papá, por favor, consígueme la luna
Antes de irse a dormir, Mónica se asomó a la ventana y vio la luna.
La luna parecía estar muy cerca.
«Cómo me gustaría jugar con ella», pensó Mónica. E intentó alcanzarla.
Pero, por más que se estiraba, no podía tocarla...