Veintidós relatos cortos, muy cortos, dirigidos a lectores de cualquier edad, que nos acercan a la cruda realidad que viven los más necesitados de nuestro planeta. Tanto la autora como los fotógrafos de esta obra forman parte de Médicos sin Fronteras y conocen de cerca las miserias humanas. Siendo conscientes de que son temas difíciles de hacer llegar a la mayoría de la gente, nos invitan a «dejarnos contar un cuento» y nos narran historias de niños soldados, de gente que no tiene que comer o de familias con hogares destruidos.Veintidós relatos cortos, muy cortos, dirigidos a lectores de cualquier edad, que nos acercan a la cruda realidad que viven los más necesitados de nuestro planeta. Tanto la autora como los fotógrafos de esta obra forman parte de Médicos sin Fronteras y conocen de cerca las miserias humanas. Siendo conscientes de que son temas difíciles de hacer llegar a la mayoría de la gente, nos invitan a «dejarnos contar un cuento» y nos narran historias de niños soldados, de gente que no tiene que comer o de familias con hogares destruidos.
Déjate contar un cuento
En aquellos días todo giraba demasiado deprisa; tiempos duros para el reino, torbellinos de violencia lo recorrían de punta a punta, nubes de dudas cubrían un cielo cada vez más oscuro, y un manto de sombras de sospecha se extendía lento y silencioso, como manteca caliente en una tostada recién hecha, amenazando el paso de las horas y los días, allá en las fronteras y aún más lejos.