La prosa poética de este libro se acerca a trece árboles con una mirada llena de ingenuidad y lirismo. Nos habla de las ramas, las hojas y los lugares donde crece cada árbol. El trazo contundente de Asun Balzola pone en contacto a los niños con una naturaleza hecha de colores planos y bien definidos. Un libro para leer despacio, como la poesía, poquito a poco, disfrutando del lenguaje. Un libro que cuenta poco pero se insinúa y hace sentir.La prosa poética de este libro se acerca a trece árboles con una mirada llena de ingenuidad y lirismo. Nos habla de las ramas, las hojas y los lugares donde crece cada árbol. El trazo contundente de Asun Balzola pone en contacto a los niños con una naturaleza hecha de colores planos y bien definidos. Un libro para leer despacio, como la poesía, poquito a poco, disfrutando del lenguaje. Un libro que cuenta poco pero se insinúa y hace sentir.
El árbol de mi patio
La palmera nació de un dátil que el viento había llevado lejos. Creció sola, muy alta y hermosa. Tan alta y tan hermosa que la Luna bajaba para que la palmera le hiciera cosquillas, y se reían las dos. Cuando no había Luna, la palmera se ponía una estrella en la punta de cada palma, se movía con el viento y parecía un castillo de fuegos artificiales.