Pocas cosas pueden decirse sobre Mark Twain que no se sepan ya, o que aún no se hayan dicho. Maestro inigualable, genial escritor y aventurero empedernido, el autor estadounidense nos regala esta serie de relatos tan fabulosos como inclasificables. Autor insustituible para un adolescente, como Emilio Salgari o Charles Dickens, Mark Twain no solo hace las delicias de sus jóvenes lectores sino que los introduce de manera imperceptible en el maravilloso mundo de la mejor literatura universal.
Pocas cosas pueden decirse sobre Mark Twain que no se sepan ya, o que aún no se hayan dicho. Maestro inigualable, genial escritor y aventurero empedernido, el autor estadounidense nos regala esta serie de relatos tan fabulosos como inclasificables. Autor insustituible para un adolescente, como Emilio Salgari o Charles Dickens, Mark Twain no solo hace las delicias de sus jóvenes lectores sino que los introduce de manera imperceptible en el maravilloso mundo de la mejor literatura universal.
El hombre que corrompió a Hadleyburg y otros relatos
Sucedió hace muchos años. Hadleyburg era la ciudad más honrada e incorruptible a todo lo largo y ancho de la región. Había mantenido esa reputación sin tacha durante tres generaciones, y estaba más orgullosa de ella que de ninguna otra de sus posesiones. Estaba tan orgullosa y ansiaba tanto asegurarse de que se perpetuara, que empezó a enseñar los principios de la conducta honrada a los niños en la cuna y, a partir de entonces, convirtió tales enseñanzas en el elemento básico de su cultura durante todos los años dedicados a su educación.