Ganse, un misionero alemán que lleva varios años viviendo en un poblado de Tanzania, debe emprender un viaje en canoa con su hija enferma, hacia el hospital de la ciudad. La travesía será complicada, pero durante los siete días que dura el viaje por el río, Ganse se encontrará con la hospitalidad de los africanos, que le abrirán las puertas y cada uno ayudará como puede a la niña enferma. Esta novela supone una aproximación a África desde dentro. Con su lectura los jóvenes podrán conocer la cotidianeidad en los poblados, la manera de vivir, la importancia de los curanderos, todo esto contado por un alemán integrado en la cultura africana que demuestra el conocimiento que posee de este continente. Una novela en la que la observación del entorno y de las personas, y la profundidad que caracteriza a los personajes, cobran muchísima importancia. Del mismo autor de Si un león te pregunta la hora, de nuevo con este libro el lector podrá disfrutar de la realidad africana sin estereotipos.
Ganse, un misionero alemán que lleva varios años viviendo en un poblado de Tanzania, debe emprender un viaje en canoa con su hija enferma, hacia el hospital de la ciudad. La travesía será complicada, pero durante los siete días que dura el viaje por el río, Ganse se encontrará con la hospitalidad de los africanos, que le abrirán las puertas y cada uno ayudará como puede a la niña enferma. Esta novela supone una aproximación a África desde dentro. Con su lectura los jóvenes podrán conocer la... Seguir leyendo
Río abajo
Los papagayos se amontonaban bajo la sombra que proyectaban las ramas superiores, porque no les gustaba el sol. Esperaban la lluvia para limpiarse el plumaje. Habían estropeado algunas ramas con sus garras, sus picos y sus excrementos. Graznaban y renegaban como hombres viejos a los que nadie presta atención. Contemplaban, aburridos, la plaza de la estación de ferrocarril de Kigoma, desierta y adormecida por el calor del mediodía.
En cuanto comenzaba el calor asfixiante, los vendedores colocaban sus mercancías en sus traqueteantes y destartalados carromatos de madera y se trasladaban a las calles laterales de la ciudad.