Una familia busca un animal de compañía y le dan algo que no buscaba. Los vanos esfuerzos del padre y la madre por enseñar a hablar al papagayo y los intentos de la hija para que la escuchen, terminarán por mostrar el verdadero origen del silencio del animal. Una historia llena de fino sentido del humor y una mirada compasiva hacia los adultos que, a veces, no escuchan.
Las ilustraciones que acompañan la historia destilan ironía y humor.
Una familia busca un animal de compañía y le dan algo que no buscaba. Los vanos esfuerzos del padre y la madre por enseñar a hablar al papagayo y los intentos de la hija para que la escuchen, terminarán por mostrar el verdadero origen del silencio del animal. Una historia llena de fino sentido del humor y una mirada compasiva hacia los adultos que, a veces, no escuchan.
Las ilustraciones que acompañan la historia destilan ironía y humor.
¡No es un papagayo!
Una noche un hombre le dijo a su mujer:
-Tenemos de todo, pero aún nos falta algo.
La mujer asintió:
-Tienes razón. No tenemos un animal de compañía.