Nietos tímidos, abuelas detective, piratas malvados, frutas sorprendentes, voces dulces y teléfonos son algunos de los ingredientes de esta novela que nos llega de la mano de Margaret Mahy, ganadora del Premio Hans Christian Andersen de 2006. Todo ello aderezado con una buena dosis de humor y servido en una edición del Fondo de Cultura Económica ilustrada por Rodrigo Ponce.
Nietos tímidos, abuelas detective, piratas malvados, frutas sorprendentes, voces dulces y teléfonos son algunos de los ingredientes de esta novela que nos llega de la mano de Margaret Mahy, ganadora del Premio Hans Christian Andersen de 2006. Todo ello aderezado con una buena dosis de humor y servido en una edición del Fondo de Cultura Económica ilustrada por Rodrigo Ponce.
Tiritimoras, tubértifas y teléfonos
SÁRRACEN HOBDAY era un niño huérfano y sumamente tímido que vivía en la solitaria isla del Desayuno. Había vivido en ella desde que tenía memoria, junto con su querida abuelita, quien lo amaba y le daba consejos útiles como: «Nunca desperdicies la comida, Sárracen», o «Nunca hables con extraños». Sárracen escuchaba con atención pese a que resultaba muy fácil seguir esos consejos al pie de la letra...