El túnel de papel
Sé que hubiera podido comenzar esta historia como hacen muchos libros, es decir, contando dónde nací, en qué trabajan mis padres y lo guapo que yo era de pequeño. Y luego seguir con mi amigo Héctor, y hablar de su afición a leer y a inventar cosas, y también del día en que le atropelló un coche cuando iba pensando en no sé qué. A continuación tendría que describir la pequeña ciudad de provincias donde los dos vivimos, ya sabes, una ciudad coqueta y arbolada, con su castillo en ruinas, sus paseos, su catedral gótica y el río que la divide en dos mitades. Como les decía, hubiera podido empezar así mi relato, pero no quiero hacerles perder el tiempo con un montón de detalles...