Un ogro sale de caza y captura a una niña, un lobo y un pastel. De regreso a su castillo se encuentra con un serio problema: tienen que cruzar el río en la barca, pero en ésta solo puede llevar un pasajero cada vez. ¡Vaya lío! Si deja al lobo con la niña, el animal se la zampará; si deja solos al pastel y a la pequeña, ésta se comerá sin duda el dulce... Cuando parece que ha encontrado la solución, ocurre algo inesperado. Divertidísima y absurda versión de un popular acertijo, en esta ocasión adaptado al universo lúdico y a los intereses infantiles. Como advierte el propio autor al inicio del texto, éste es un cuento de ogros, pero es una historia graciosa en la que se juega con habilidad con el supuesto temor de los niños a los ogros para desmitificarlos. El escritor crea un monstruito bobalicón, ingenuo y patoso que provocará la carcajada cómplice del pequeño lector y le hará sacudirse el recelo que pueda sentir hacia estos personajes fantásticos.
Un ogro sale de caza y captura a una niña, un lobo y un pastel. De regreso a su castillo se encuentra con un serio problema: tienen que cruzar el río en la barca, pero en ésta solo puede llevar un pasajero cada vez. ¡Vaya lío! Si deja al lobo con la niña, el animal se la zampará; si deja solos al pastel y a la pequeña, ésta se comerá sin duda el dulce... Cuando parece que ha encontrado la solución, ocurre algo inesperado. Divertidísima y absurda versión de un popular... Seguir leyendo
El ogro, el lobo, la niña y el pastel
Este cuento va de un ogro, pero esta vez es un cuento que hace gracia .Nuestro ogro, pues, es un ogro gordo y barrigudo, que regresa de cazar. Ha capturado un lobo, una niña y un pastel.
¡Qué fastidio! Ese castillo que hay allí, al otro lado, es su casa, pero la barca que tiene para cruzar es demasiado pequeña: sólo puede llevar a un pasajero cada vez.
Entonces cruza primero con la niña, para que el lobo no se la coma.