La señora Deabajo padece el típico Hipertrofius Escuchantus, que es lo mismo que un exagerado crecimiento de orejas. El motivo: querer escuchar los ruidos que han dejado de hacer sus vecinos por sus protestas. Un magnífico álbum, ilustrado por Karoline Kehr que, con maestría, deforma las imágenes, creando un ambiente tan esperpéntico como divertido. El texto tiene también gran peso en la obra y ofrece un punto de vista irónico a una historia cargada de guiños para el adulto.
La señora Deabajo padece el típico Hipertrofius Escuchantus, que es lo mismo que un exagerado crecimiento de orejas. El motivo: querer escuchar los ruidos que han dejado de hacer sus vecinos por sus protestas. Un magnífico álbum, ilustrado por Karoline Kehr que, con maestría, deforma las imágenes, creando un ambiente tan esperpéntico como divertido. El texto tiene también gran peso en la obra y ofrece un punto de vista irónico a una historia cargada de guiños para el adulto.
¿Qué pasa ahí arriba?
La familia Dearriba vivía en una casa muy pequeña. Tan estrecha era que los niños apenas podían jugar sin chocar con las mesas y las sillas. Y así fue durante mucho tiempo.
Un buen día, los señores Dearriba encontraron una casa grande para ellos, los dos niños, las mesas y las sillas. Los niños estaban entusiasmados y quisieron verla enseguida. Entonces, la familia en pleno, se fue derechita para allí.