Este álbum ilustrado habla de la vida cotidiana y de los aprendizajes que se hacen en la infancia, que a veces resultan más complicados a simple vista de lo que realmente son. De hecho Laura es capaz de hacer lazadas, pero cree que no sabe atarse los zapatos. Temas como el bloqueo, la comprensión de la madre y la autosuperación se dan cita en esta historia, en la que de forma natural la niña aprende a atarse los cordones de los zapatos. Después asistimos a su alegría, una vez que ha superado la dificultad.
Este álbum ilustrado habla de la vida cotidiana y de los aprendizajes que se hacen en la infancia, que a veces resultan más complicados a simple vista de lo que realmente son. De hecho Laura es capaz de hacer lazadas, pero cree que no sabe atarse los zapatos. Temas como el bloqueo, la comprensión de la madre y la autosuperación se dan cita en esta historia, en la que de forma natural la niña aprende a atarse los cordones de los zapatos. Después asistimos a su alegría, una vez que ha superado la dificultad.
Un lío de cordones
La mamá de Laura acaba de llegar a casa.
«Toma, te traigo un regalo».
«¡Huy! ¡Qué bonitos!», dice Laura. «¡Unos zapatos rojos! ¡Dos! Uno para cada pie».
Entonces Laura se da cuenta de que... ¡son zapatos de cordones! Y por eso ya no le gustan. Aún no sabe atarse los cordones.
«Venga, inténtalo», le dice su mamá.
Pero a Laura le resulta muy difícil. Todos los niños de su clase saben atarse los cordones, menos ella. Así que decide ponerse sus zapatos viejos. Sólo tiene que meter los pies y ya está.