La línea de fuego. Una aventura rocambolesca de Vincent van Gogh
A veces, cuando en el frente de batalla empiezan a diluviar los obuses, también los de la retaguardia se ponen nerviosos.
–¿Malas noticias, señor Presidente?
–Eso parece, Morillón... Los alemanes nos atacan por todos los frentes... Podría costarme el puesto en el consejo. Y hay algo que no alcanzo a comprender... Nuestros soldados se niegan a esforzarse y van por ahí quejándose y haciendo pucheros...