Joaquín es un niño rodeado de cosas viejas que nadie usa, de trastos y cachivaches que no sirven para nada... hasta que caen en sus manos. En ellas se convierten en la cresta de un gallo, la melena de un león o las orejas de un ratón. Así logra ir completando su zoo, mientras nos muestra cómo es posible disfrutar de lo inútil, si en ello volcamos nuestra imaginación. Este increíble bestiario divertirá y enriquecerá al lector, que irá descubriendo a los personajes al ritmo poético de los versos de su autor.Joaquín es un niño rodeado de cosas viejas que nadie usa, de trastos y cachivaches que no sirven para nada... hasta que caen en sus manos. En ellas se convierten en la cresta de un gallo, la melena de un león o las orejas de un ratón. Así logra ir completando su zoo, mientras nos muestra cómo es posible disfrutar de lo inútil, si en ello volcamos nuestra imaginación. Este increíble bestiario divertirá y enriquecerá al lector, que irá descubriendo a los personajes al ritmo poético de los versos de su autor.
El zoo de Joaquín
Joaquín, un niño travieso, un día se despertó con una idea genial: «Hoy voy a ser inventor. Con algunos cachivaches y regalos de mi tía armaré diez animales que me hagan compañía». Trabajando en su taller pasó noche y días enteros, y al final de tanto esfuerzo pudimos ver los primeros.