Todas las mascotas de la ciudad van desapareciendo, poco a poco, como por arte de magia. Sus dueños las buscan impacientemente, pegan carteles y ofrecen recompensas. Mientras, Juan el honesto, su madre y su tío Gil juegan a las cartas en la trastienda de una pajarería del pueblo vecino. Allí se encuentran las mascotas robadas, esperando que alguien las compre. Una novela dirigida a lectores mayores de 6 años, llena de suspense y emoción, que invita a participar en la resolución del conflicto.
Todas las mascotas de la ciudad van desapareciendo, poco a poco, como por arte de magia. Sus dueños las buscan impacientemente, pegan carteles y ofrecen recompensas. Mientras, Juan el honesto, su madre y su tío Gil juegan a las cartas en la trastienda de una pajarería del pueblo vecino. Allí se encuentran las mascotas robadas, esperando que alguien las compre. Una novela dirigida a lectores mayores de 6 años, llena de suspense y emoción, que invita a participar en la resolución del conflicto.
El gato que desapareció misteriosamente
Un día por la tarde los Gaskitt estaban en casa sentados todos juntos en la cama de los padres. Todos menos la señora Gaskitt: ella estaba acostada. ¿Y por qué? Sólo son las siete y media. Bueno, estaban bebiendo té, comiendo galletas y mirando el álbum de fotos familiar. Había una foto de Gus y Gloria de bebés, una foto de Horacio de cuando era un gatito y una foto del señor y la señora Gaskitt... bailando.