Dos gallinas, muy diferentes en su aspecto y en su forma de ser, viven juntas en una confortable casa. Un día, la gallina negra le sugiere a su compañera ir juntas de excursión al campo. La amiga, que en todo ve complicaciones, replica constantemente: «¡Ay no!» («...porque tengo frío», «...porque me duelen los pies», «...porque quiero leer...»). Armada de paciencia, la gallina negra propone soluciones a todos los problemas y convence a su pesimista amiga. El día señalado, todo discurre estupendamente hasta que, súbitamente, se pone a llover y de forma sorprendente las aves intercambian los papeles.
Dos gallinas, muy diferentes en su aspecto y en su forma de ser, viven juntas en una confortable casa. Un día, la gallina negra le sugiere a su compañera ir juntas de excursión al campo. La amiga, que en todo ve complicaciones, replica constantemente: «¡Ay no!» («...porque tengo frío», «...porque me duelen los pies», «...porque quiero leer...»). Armada de paciencia, la gallina negra propone soluciones a todos los problemas y convence a su pesimista amiga. El día señalado, todo discurre... Seguir leyendo
¡Ay, no!
¡Qué buen día hace! – dijo la gallina negra una mañana muy temprano-. ¡Venga, vámonos de excursión! -¡Ay, no! -dijo la gallina blanca, y puso un huevo en menos que canta un gallo-. El tiempo cambiará…