El pequeño Iván lo quiero todo para él: no presta sus juguetes, no quiere compartir a su madre con nadie. Y no contento con ello, es capaz de quedarse con las cosas de los demás. Su estancia en el campamento que organiza la escuela le descubrirá por fin la necesidad de compartir y, lo que es mejor, la alegría que produce. La historia se completa con un texto para los padres en el que se reflexiona sobre el sentido de la posesión en los pequeños y cómo actuar para enseñarles a ser generosos.El pequeño Iván lo quiero todo para él: no presta sus juguetes, no quiere compartir a su madre con nadie. Y no contento con ello, es capaz de quedarse con las cosas de los demás. Su estancia en el campamento que organiza la escuela le descubrirá por fin la necesidad de compartir y, lo que es mejor, la alegría que produce. La historia se completa con un texto para los padres en el que se reflexiona sobre el sentido de la posesión en los pequeños y cómo actuar para enseñarles a ser generosos.
Iván no quiere compartir
–¡Mías! ¡Mías! –gritaba Iván a la hora del postre, cogiendo tantas cerezas como podía. –¡Mío! ¡Mío! ¡no lo toques! ¡es mío! –decía apartando de sus juguetes a su hermana pequeña. Cuando sus primos iban a su casa, guardaba corriendo todos los juguetes para que nadie los tocara.