Sebastián Darke. Príncipe de los bufones
El viejo carromato de madera emergió de la arboleda lentamente, rechinando, y se detuvo unos instantes en la extensa llanura. Si alguien hubiera estado contemplando la escena, se habría fijado en el rótulo pintado en vivos colores a ambos costados del carromato: «Sebastián Darke, Príncipe de los Bufones».