Mi Ángel de la Guarda
Al despertar. Cuando un niño o una niña abre sus ojos a la suave luz de la mañana, junto a su cunita está su Ángel de la Guarda. Cada niño tiene un ángel que vela sus pasos, le inspira buenas acciones y le ayuda en todo. Ésa es la misión del Ángel de la Guarda. Por eso todos los niños le pueden rezar con esta oración:
Ángel de la Guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día,
que soy muy pequeño,
y me perdería.