En este divertido álbum se da la vuelta a un arquetípico personaje de cuento: el lobo. Humor y tensión se desprenden del diálogo que establece el discurso del narrador –manejando las expectativas del lector y jugando al despiste– y las ilustraciones, expresivas, de gran riqueza en cuanto a composición y colorido. Una tensión que se mantiene hasta el sorprendente golpe de efecto del final. Por esta vez, felizmente, las cosas no son como parecen.
En este divertido álbum se da la vuelta a un arquetípico personaje de cuento: el lobo. Humor y tensión se desprenden del diálogo que establece el discurso del narrador –manejando las expectativas del lector y jugando al despiste– y las ilustraciones, expresivas, de gran riqueza en cuanto a composición y colorido. Una tensión que se mantiene hasta el sorprendente golpe de efecto del final. Por esta vez, felizmente, las cosas no son como parecen.
¡Cataplum!
¡Vaya! No parece muy contento, el animal. ¿Qué le pasa?
Lo que le pasa es que tiene hambre. ¡Es un lobo! Un lobo malo, no uno bueno. ¡Nada menos que un lobo feroz!
Sin embargo, a él le encantaría ser bueno, pero ¿con quién? Nadie le quiere. Se ríen de él, le gastan bromas...