El Ejército Negro II. El reino de la oscuridad
Me llamo Arturo Adragón y vivo en la fundación que lleva mi nombre. Es un gran edificio, propiedad de mi familia, convertido en una extraordinaria biblioteca especializada en libros medievales.
El destino quiso que naciera una noche de tormenta en unas ruinas perdidas, en el desierto de Egipto. Mi madre murió algunas horas más tarde, después de haberme envuelto en un pergamino medieval, escrito mil años antes, que mi padre acababa de descubrir.
Las letras del pergamino se transfirieron a mi piel, que quedó tatuada para siempre. Además, el dibujo de un dragón apareció sobre mi frente y, a veces, inunda toda mi cara, cobra vida y me protege cuando estoy en peligro.