La última partida
Diciembre de 1944. Un puesto de la avanzadilla americana en el frente de las ardenas belgas... Todo está tranquilo.
–¡Demasiado tranquilo!
Cuando el ejército aliado creía cercano el fin de la guerra...
–¡Mierda! ¿Por qué nos estamos jodiendo en este podrido país?
–¡Sí! Cuando deberíamos estar en París, de permiso!
–¡Ah! ¡París, Pigalle, las Folies Bergère!
Hitler, para sorpresa de todos, lanzaba en un último ataque a lo mejor de sus tropas de élite...
–¡Cerrad el pico, hatajo de idiotas! ¡El enemigo no está lejos!
Superados, atropellados, los aliados se vieron obligados a llamar a tropas de reserva de Francia...