La protagonista de esta fresca e inteligente historia, Florencia, narra en primera persona los avatares que sufre desde que sus padres se separaron. Apenas entra dinero en casa y el curso está siendo un desastre. Pero es consciente de que a grandes problemas hay que buscar grandes soluciones, por eso no duda en ponerse a trabajar como estatua viviente en un parque, para así poder sufragar los gastos, al menos, de los libros del colegio. Con un vocabulario y tono narrativo muy cercanos a la edad de los lectores a los que se dirige, Ferrari logra mantener el interés de forma constante y convierte el relato de las alocadas vivencias de esta valiente joven en una aventura divertida y muy enriquecedora.
La protagonista de esta fresca e inteligente historia, Florencia, narra en primera persona los avatares que sufre desde que sus padres se separaron. Apenas entra dinero en casa y el curso está siendo un desastre. Pero es consciente de que a grandes problemas hay que buscar grandes soluciones, por eso no duda en ponerse a trabajar como estatua viviente en un parque, para así poder sufragar los gastos, al menos, de los libros del colegio. Con un vocabulario y tono narrativo muy cercanos a la edad de los lectores a los que se dirige, Ferrari logra mantener el... Seguir leyendo
También las estatuas tienen miedo
Escribí la primera lista el día en que decidí ser estatua. Era un domingo, llovía con furia y yo no tenía otra cosa que hacer más que mirar el agua por la ventana y escuchar en la radio a un tipo que cantaba sobre una ola que viene y una ola que va. Pero no decidí ser estatua por la lluvia ni por la canción, sino porque Mimí había dicho la misma frase siete veces en un par de horas.
-Algo hay que hacer.
Y un momento después:
-Algo hay que hacer, digo yo. Alguna cosa hay que hacer.
Podía cambiar una palabra o darle al asunto tonos diferentes, según su estado de ánimo o nivel de cansancio...